Sinceramente este post es uno de los que más me ha costado escribir… no soy de contarles mucho mi vida personal, ni mis alegrías ni mis tristezas, pero ya va siendo hora de que les explique el porqué de mis parones en el mundo 2.0

Antes de contar nada siempre pienso que si lo suelto, así de repente, va a dejar de ser mío y no tendrá el mismo encanto ni la magia que tenía antes. Que dejará de ser mi secreto, o el nuestro en este caso, y que ya nada será lo mismo. Pero en el fondo siempre me entra el gusanillo de contárselo señores, de explicar un poquito más cuál es el proyecto más grande que tengo entre manos… Un proyecto único, que solo voy a vivir una vez en la vida. Un proyecto precioso, mi proyecto estrella, nuestro proyecto estrella, nuestra BODA.

Si queridos, me caso, me caso con el amor de mi vida, con mi compañero de risas y lloros, me caso con mi mejor amigo, con el hombre que ha prometido bajarme la luna si era lo que quería para hacerme feliz, me caso con ÉL.

Cada vez que pienso en ese día las mariposas me recorren de arriba abajo el estómago, sintiendo un vértigo horrible de felicidad. Estoy feliz por nosotros, por mis padres y los suyos, por mi hermana (aunque ahora que está tan lejos la echo más de menos que nunca) por las suyas, por todas aquellas personas que se han alegrado y que felizmente han comprado corriendo un vuelo para acompañarnos en este día tan importante para nosotros.

Así que nada señores, poco a poco vamos organizando nuestro gran día, el que será una fiesta, una gran fiesta. Y sinceramente, organizar este día es mucho más trabajoso de lo que se piensa, pero será un día perfecto, donde celebraremos nuestro amor y será perfecto porque todo el mundo estará radiante, porque será perfecto a nuestra manera. Quiero ser una de esas novias que disfrutan cada segundo, que rie, que llora, que salta y baila hasta que le duelan los pies… y quiero que todo el mundo que nos acompañe sienta lo mismo… que disfruten, que rían y lloren de alegría, que bailen con nosotros hasta que salga el sol…

Vamos a por ese día… ya estamos en camino…

CONTIGO

Viajar a marte, o al cuarto de la plancha, pero contigo.